Ante nosotros
se edificaba el imperio de los sueños
tantos y tantos anhelos que robaban nuestras noches
hasta convertirlas en un sólo aliento
Sin reproche de abandono
sin ausencias ni tormentos.
Pero ahí estábamos,
al pie de los deseos
nuestros rostros cubiertos de calor.
Sin desear escaparnos
de ese instante de dulce ensoñación.
Tomaste mi rostro entre tus manos
calidez , jamás imaginada
fui en tus ojos el sabor a tus besos
fugaz, inquietante.
Fui tuya, con el desespero de lejanos abandonos
y bebí de tu aliento cada uno de tus besos
besos apresados en tu cuerpo.
Y fui gaviota peregrina en el cielo
de tu piel que me nombraba.
Y desvestimos el silencio con caricias
en Humedecidas formas de amarnos
Sin medida
Sí...amor
¿Cómo describir ese momento?
Si en cada voz del sentimiento más te amaba
callaste con tus labios mis lágrimas
que emergieron al amarte
y en el impetuoso anhelo
de veredas que mis labios recorrían
descubrieron poco apoco
un oasis encendido sin misterios.
Lunas de Octubre en incendiarias sensaciones
apresaron los deseos
en noches extasiadas de gemidos
fue tu cuerpo, a mi cuerpo
fuiste anhelo en mi desierto.
Y volví a ser tuya
Y en donde desemboca el éxtasis de todas las caricias
Quedó en un solo aliento suspendido a las palabras
Todas las horas que al tiempo
Despojamos... para amarnos.
Alma Cervantes
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